lunes, 25 de noviembre de 2013

La promoción de la salud desde otra perspectiva

Mi primer trabajo para el Experto de Salud Pública, un análisis crítico de la Ley de Salud Pública, me va a servir para inaugurar este espacio. Mi trabajo me ha costado, porque el lenguaje legislativo no es lo mío. Siempre me he preguntado por qué tanta manía en enrevesar algo que, se supone, debemos entender toda la ciudadanía, independientemente de nuestra formación. Bueno, aquí os lo dejo. Se agradecen aportaciones, comentarios y/o críticas, siempre que sean constructivas, claro :)

La importancia de la promoción de salud como uno de los ejes fundamentales para garantizar la salud pública en Andalucía queda más que patente de una forma transversal a lo largo de toda la Ley de Salud Pública. Arrancando con la definición de salud como un bienestar colectivo y de plenitud personal, la ley toma como referencia un nuevo paradigma de lo que es la promoción de la salud, "situando a la ciudadanía informada y responsable en el centro de las decisiones sobre su salud, su forma de vivir, y otorga el protagonismo a las personas, superando la visión de la ciudadanía como sujetos pasivos receptores de mensajes […]". Se trata de una perspectiva innovadora que sitúa a las personas como principales protagonistas, una nueva mirada donde palabras como empoderamiento, participación, capacitación, responsabilidad…son claves. 
Para arropar este nuevo paradigma de la promoción de salud -"un proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla"-, el interés por la salud de las personas ha de impregnar todas las políticas con el objetivo de "promover las acciones destinadas a fomentar el desarrollo físico, mental y social de las personas y a crear condiciones que faciliten a estas y a la sociedad las acciones más saludables". En definitiva, hacer más fácil lo saludable. Y para ello, la intersectorialidad –otra palabra clave en este nuevo paradigma - es fundamental.
 En este sentido, la visión sobre la promoción de la salud que recoge la ley es muy novedosa, una visión que busca nuevos caminos que ayuden a la ciudadanía a caminar hacia ese “bienestar y plenitud”, haciendo hincapié en diferentes líneas o acciones con las que avanzar: educación, participación, sensibilización, información, control, investigación.
 No obstante, atendiendo a estas premisas, no podemos dejar de mencionar que todo ello requiere, además de recursos e infraestructuras, un cambio de culturaimportante comenzando por los profesionales sanitarios –aún con una visión muy paternalista de los procesos de salud/enfermedad- las autoridades o responsables políticos de los diferentes sectores –con una visión poco integradora- e incluso la ciudadanía – poco acostumbrada a tener un papel relevante en la toma de decisiones-. Por otro lado, aunque la visión sobre la promoción de la salud que se recoge en la ley es muy innovadora, situando a las personas como RESPONSABLESde sus procesos de salud/enfermedad, considero hay que andar con cuidado a la hora de aplicar estos principios. ¿No es posible pasar del paternalismo a culpabilizar a las personas? Me gustaría ilustrar esta idea con una campaña canadiense que busca la promoción de buenos hábitos de vida.


Cuando me llegó a través de las redes sociales esta campaña, me sorprendió gratamente. Me gustó mucho el formato, creo que era muy original y que cumplía su objetivo. Pero, una amiga, también del ámbito sanitario, me ayudó a mirar con otra perspectiva esta campaña. 
¿Hasta qué punto está en nuestras manos acabar en un lado u otro? 
Y por último, aunque no me gusta recurrir a la más que manida excusa de la situación económica en la que estamos inmersos, es inevitable reflexionar sobre si muchas de las acciones que se recogen en la ley para “hacer fácil la salud” son posibles en el escenario que vivimos. Aunque, eso sí, estoy segura de que todos y todas podemos poner nuestro granito de arena para avanzar en el buen camino.

@mlopezd33